Un paso hacia un futuro de esperanza y amor.
Las Monjas Agustinas están presentes desde 1991 en la región pobre de Bulacán, en Filipinas, con la comunidad de vida contemplativa del Monasterio «Mother of Good Counsel» (Madre del Buen Consejo).
Con el pasar del tiempo, gracias a su disponibilidad hacia el prójimo, las monjas se han convertido en un valioso punto de referencia para las personas del lugar que habitualmente abarrotaban la iglesia del Monasterio.
En 2006, gracias a la generosidad de muchos bienhechores, las misioneras lograron realizar la Casa Hogar Madre Alessandra Macajone para recibir a cada vez más personas en busca de ayuda.
La comunidad se empeña para proporcionarles a los numerosos pobres de la zona, además de asistencia espiritual, también medicamentos, alimentos y ropa. Cada día representa un paso dado junto con la población local hacia una vida más digna y un futuro de esperanza.
Cientos de personas y familias han recibido amor y una ayuda concreta de las misioneras agustinas que viven en la misma comunidad.